Las directrices anticipadas son instrucciones que dejas escritas sobre el tipo de atención médica que deseas recibir si llega un momento en que no puedes tomar decisiones por ti mismo. Es como un plan que te asegura recibir el cuidado que quieres, incluso si te enfermas gravemente o tienes un accidente. También ayuda a tu familia y doctores a saber qué hacer.
- Tipos de directrices anticipadas:
- Poder Médico Duradero (o Apoderado de Salud): Escoges a alguien que confías para tomar decisiones médicas en tu lugar si no puedes hacerlo.
- Testamento Vital: Escribes tus deseos sobre el cuidado médico que quieres recibir, como si quisieras o no un tubo de alimentación en caso de una enfermedad grave.
- Orden de No Reanimar (DNR/DNI): Si decides que no quieres que intenten revivir tu corazón o respiración, esta orden lo comunica a los profesionales de la salud.
- Cómo elegir a un apoderado de salud:
- Escoge a alguien que conozcas bien, en quien confíes y que pueda seguir tus deseos incluso si es difícil. A veces se elige una segunda persona por si la primera no está disponible.
- ¿Quién debería tener directrices anticipadas?
- Cualquiera y en cualquier momento las puedes tener, pero son especialmente importantes si tienes una enfermedad grave.
- Decisiones importantes:
- Tubos de respiración: Si necesitas ayuda para respirar, un tubo te conectará a una máquina. Esto significa que no podrás hablar y estarás sedado.
- Reanimación Cardiopulmonar (CPR): Si tu corazón se detiene, hay maneras de intentar reiniciarlo, pero los resultados varían.
- Tubos de alimentación: Si no puedes comer, un tubo puede suministrarte alimentos directamente a tu estómago.
- Cambiar de opinión:
- Siempre puedes cambiar tus directrices anticipadas si cambias de opinión sobre el cuidado que deseas recibir.
- Cómo hacer directrices anticipadas:
- Hay formularios y recursos disponibles para ayudarte a crear tus propias directrices anticipadas. Es una buena idea hablar sobre esto con tu familia y doctores.
Las directrices anticipadas son una forma de asegurarte de que tus deseos sobre el cuidado médico se respeten, incluso si llegas a un punto en que no puedes comunicarte.
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